jueves, 24 de abril de 2014

Como si la loca fuera yo

Como si la loca fuera yo



Decido cambiar de estrategia. Voy camino de una reunión y dos hombres, sentados en un banco, me tiran besos como el que llama a una yegua y decido hacerles una peineta sin ni siquiera mirarles. Gritan: "'¡Será gilipollas, la tía! ¡Que te jodan!". Me paro, me doy media vuelta y les grito, en pleno centro de Madrid, a diez metros de distancia: "Encima gilipollas yo, ¿no? Me agredes tú a mí y la gilipollas soy yo, ¿no?". Se quedan boquiabiertos. Todo el mundo les mira. Ahora la vergüenza la están pasando ellos.
Y yo me marcho orgullosa de mi pequeña gran victoria.

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