miércoles, 22 de enero de 2014

Que me tenga como una reina

Que me tenga como una reina

La peluquería es el lugar donde más aprendo sobre el patriarcado. En la de mi barrio, las mujeres no hablamos de lo que nos importa: solo se dan consejos de belleza, trucos domésticos o culinarios, sobre noviazgos, casamientos y divorcios.
Yo querría ir a una peluquería feminista, o a una peluquería ecologista, o a una de intelectuales, pero no sé si las han inventado aún en mi ciudad. De modo que no me queda más remedio que resignarme y escuchar el patriarcado mientras lo sufro en mis carnes como una tortura. Y pago yo, encima.


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